En este número de EN BLANCO se publican una serie de pequeños proyectos donde se explotan las posibilidades formales del hormigón a una escala menor a la habitual. Siempre resulta atractivo el estudio de pequeñas piezas arquitectónicas, donde los detalles se cuidan de una manera especial y el proyecto es comprensible y abarcable de una manera directa y didáctica.
Resulta aún más atractivo cuando esas piezas están realizadas con un material tan contundente como el hormigón. En muchos casos, este material transmite una solidez que contrasta con la relación volumétrica que compone la obra. En otros casos sin embargo, el hormigón parece adaptarse a la ligereza exigida por el proyecto, convirtiéndose en un material casi abstracto y desconocido.