El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) en Barcelona es un edificio diseñado para ofrecer atención oftalmológica, integrando arquitectura y funcionalidad clínica para proporcionar confort visual a los usuarios. El diseño arquitectónico busca domesticar la luz natural mediante cubiertas y protecciones solares a lo largo del recorrido desde la calle hasta las salas de espera.
Contexto y Ubicación
Situado en la Ronda de Dalt, salida 7-Bellesguard, Carrer Carles Riba nº3, el proyecto del IMO se desarrolló inicialmente con la visión de integrarse en el entorno natural mediante un pequeño bosque entre la Ronda y el edificio. Sin embargo, un cambio en la ordenación urbanística promovido por el Ayuntamiento obligó a adaptar el proyecto, haciendo que el edificio se tornara más visible y tuviera que responder no solo a las reglas urbanas, sino también a la topografía natural del lugar.
Concepto y Diseño
El diseño del edificio se centra en controlar y canalizar la luz natural, evitando el exceso de luz y soleamiento mediante sistemas de protección solar. La estructura incluye una pasarela que guía a los usuarios desde la calle hasta el hall y las salas de espera, ofreciendo vistas hacia Barcelona y el mar mientras protege la visión.
Durante el proceso de diseño, se realizaron estudios detallados sobre las cubiertas y fachadas para asegurar la continuidad entre la topografía y la estructura del edificio. Se evitó el uso de grandes planos verticales en las fachadas, optando por una fragmentación y retracción progresiva que armoniza con el entorno natural.
Desarrollo y Ejecución
El proyecto se inició en julio de 2002 y se ejecutó entre marzo de 2006 y 2009, con una superficie construida de 20.300 m² y un presupuesto de 26.000.000 €. El equipo de trabajo incluyó a los arquitectos Josep Llinàs Carmona y Roger Subirà, junto con el aparejador Jaume Martí Almestoy y Ardèvol i associats.
Detalles Constructivos
Las soluciones constructivas implementadas incluyen:
– Cubiertas y Fachadas: Se utilizaron diversos materiales y técnicas para el aislamiento térmico, la impermeabilización y el control de la luz. Las cubiertas están diseñadas para integrarse con la topografía, mientras que las fachadas evitan grandes superficies verticales, favoreciendo una arquitectura fragmentada que dialoga con el entorno.
– Pasarelas y Accesos: Las pasarelas están diseñadas para permitir vistas panorámicas al tiempo que protegen del sol. Se enfatizó la continuidad entre el acceso desde la calle y el interior del edificio.
– Detalles Técnicos: Se utilizaron sistemas avanzados de protección solar, acristalamientos fijos y corredizos, y estructuras de soporte para celosías. Los materiales empleados incluyen chapa de zinc, aluminio y acero galvanizado, además de elementos de hormigón visto y pavimento de madera y terrazo.
El proyecto del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona es un ejemplo de cómo la arquitectura puede integrarse funcional y estéticamente con su entorno, priorizando el confort visual y la calidad de la atención médica. A través de un diseño cuidadoso y adaptable a los cambios urbanísticos, el edificio ofrece una experiencia arquitectónica que complementa su función clínica.